Otro ejemplo de bandolera especial es ésta con un precioso estampado y bolsillos. Este estampado solo está disponible en color rosa y edición limitada.
miércoles, 30 de marzo de 2011
martes, 29 de marzo de 2011
Mei tai
El mei-tai es un portabebé procedente de Asia, con el que se puede llevar al bebé delante, a la cadera y en la espalda. Según el modelo del tirante, puede ser Mei-tai chinado (tirante hecho con una tela muy amplia y sin acolchado, o el mei-tai con tirante acolchado tipo mochila. En general, suelo hacerlos con todo el cuerpo acolchado, aunque dependiendo del clima del lugar de residencia, en algunos sitios es aconsejable utilizar un mei-tai sencillo. Estas son algunas muestras de mei-tais que he confeccionado.
Mei-tai acolchado.
El mismo mei-tai de las fotos de arriba, doblado.
Otros mei-tais doblados.
Mei-tai chinado.
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mei-tai
lunes, 28 de marzo de 2011
Bandoleras especiales
Un ejemplo de este tipo de bandolera es la que aparece en la fotografía que os muestro aquí debajo. Para una mamá que prefiere los colores más suaves y, aunque quiere llevar un portabebés tradicional, no renuncia a la elegancia.
Esta bandolera está confeccionada con telas de algodón que, aunque resistentes, son muy suaves y de gran caída, y está bordada en los bolsillos con lazo de organza, los cuales están pensados para poder llevar pañales, toallitas... etc.
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bandoleras
viernes, 18 de marzo de 2011
Os presento mis creaciones
Por fin puedo enseñaros algunas imágenes de lo que hago!! Estas son dos bandoleras de anillas, en verde y lila, con sus respectivos saquitos personalizados. ¡Espero que os gusten!
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bandoleras
miércoles, 16 de marzo de 2011
Mei tai
En los siguientes vídeos se puede ver detalladamente la distintas maneras de colocarse un mei-tai.
Mei-tai a la cadera
Mei-tai a la espalda con nudo cruzado
Mei-tai delante
martes, 15 de marzo de 2011
Cómo colocar una bandolera de anillas
Aquí tenéis unos vídeos explicativos para que podáis colocar bien vuestros portabebés.
Bandolera de anillas con bebé sentado y amamantando.
Bandolera de anillas bebé recién nacido. Posición ranita y cuna.
Bandolera de anillas bebé en la espalda.
Cómo he llegado hasta aquí
Cuando nació mi primer hijo, como cualquier madre primeriza, intenté poner en práctica todos los consejos que se ofrecían a mi alrededor, tales como "pon el niño en la cuna", "dale el chupete para que no llore"... y a pesar de todo eso, y muchas cosas más, mi bebé lloraba sin cesar y la única manera de calmarlo era dándole la teta y teniéndolo en brazos. La desesperación y la impotencia, junto con un grupo de madres de apoyo a la lactancia, me fueron mostrando un nuevo modo de hacer y ver la crianza.
Decidí enfrentarme a todo y hacer únicamente todo aquello que nos proporcionaba tranquilidad y bienestar a mi hijo y a mí, atendiendo más a los instintos y menos a lo que por norma estaba establecido. Me di cuenta de que dormir con mi hijo no era un pecado; que llevarlo en brazos no sólo hacía que él no llorase sino que yo me sintiese mejor, y que para que estuviese sano y bien alimentado sólo tenía que darle de mamar cuando él lo pidiese, sin mirar el reloj ni plantearme cuándo había sido la última vez que lo había hecho. Además de todo esto, y después de visitar a varios profesionales sanitarios, llegamos a la conclusión de que el bebé tenía reflujo. Como tenía que pasarme el día con el niño en brazos, me sentía, en algunos momentos, como una inútil, por no poder ni servirme un vaso de agua sin ayuda.
Entonces surgió la idea de un portabebés. Comencé utilizando alguno comercial, tipo mochila, pero ni el bebé estaba cómodo ni era posible darle la teta mientras lo llevaba, y menos posible aún colocarlo yo sola. Entonces decidí buscar una alternativa más natural, ergonómica y sencilla, pero la decisión era difícil y, ya que había tanta variedad, decidí poner en práctica mis conocimientos de costura. Me interesé por todo lo que era el mundo de los portabebés tradicionales. Primero, una bandolera de anillas; luego, un pouch doble, mai-tai, etc. Mi vida cambió radicalmente, ya que ahora tenía las manos libres para hacer lo que quisiera, y además un bebé tranquilo y dormido.
Cuando las mamás a las que conocía empezaron a ver mis diseños, se mostraron muy interesadas y empezaron los encargos.
Desde entonces y hasta hoy, ha ido aumentando y, sin darme cuenta, he encontrado una actividad que me ha ayudado en todos los aspectos. ¡¡¡Ahora os invito a que la disfruteis conmigo!!!
Decidí enfrentarme a todo y hacer únicamente todo aquello que nos proporcionaba tranquilidad y bienestar a mi hijo y a mí, atendiendo más a los instintos y menos a lo que por norma estaba establecido. Me di cuenta de que dormir con mi hijo no era un pecado; que llevarlo en brazos no sólo hacía que él no llorase sino que yo me sintiese mejor, y que para que estuviese sano y bien alimentado sólo tenía que darle de mamar cuando él lo pidiese, sin mirar el reloj ni plantearme cuándo había sido la última vez que lo había hecho. Además de todo esto, y después de visitar a varios profesionales sanitarios, llegamos a la conclusión de que el bebé tenía reflujo. Como tenía que pasarme el día con el niño en brazos, me sentía, en algunos momentos, como una inútil, por no poder ni servirme un vaso de agua sin ayuda.
Entonces surgió la idea de un portabebés. Comencé utilizando alguno comercial, tipo mochila, pero ni el bebé estaba cómodo ni era posible darle la teta mientras lo llevaba, y menos posible aún colocarlo yo sola. Entonces decidí buscar una alternativa más natural, ergonómica y sencilla, pero la decisión era difícil y, ya que había tanta variedad, decidí poner en práctica mis conocimientos de costura. Me interesé por todo lo que era el mundo de los portabebés tradicionales. Primero, una bandolera de anillas; luego, un pouch doble, mai-tai, etc. Mi vida cambió radicalmente, ya que ahora tenía las manos libres para hacer lo que quisiera, y además un bebé tranquilo y dormido.
Cuando las mamás a las que conocía empezaron a ver mis diseños, se mostraron muy interesadas y empezaron los encargos.
Desde entonces y hasta hoy, ha ido aumentando y, sin darme cuenta, he encontrado una actividad que me ha ayudado en todos los aspectos. ¡¡¡Ahora os invito a que la disfruteis conmigo!!!
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